Descenso de una nueva hoja

La entrada a la orden de la Hoja de Ámbar fue mejor de lo que me esperaba, me sentía algo intimidada y cohibida ante quien parecía ser el líder, Lasselanta. Me explicó sus objetivos en los cuales prontamente nos veríamos adentrándonos.

Todo iba bien hasta poder divisar que dos humanos también pertenecían a la orden, creí que era expresamente para Kaldoreis, y no es que me desagradasen esa pequeña raza, sino que no estaba acostumbrada a su presencia y siempre me parecieron engreídos y soberbios. Pero mi disciplina me obligaba a no generalizar y ser respetuosa frente a ellos con tal que no me infravaloraran a mi, ni a mis hermanos.

La primera vez que nos reunimos fue a causa de una especie de... "formación humana" para uno de los objetivos que habría a medio plazo, la posible recuperación de Lordareon a manos de un grupo de humanos al que nos uniríamos. Al fin y al cabo, pertenecíamos a la Alianza y teníamos que ayudarnos unos a otros, eso provocaría que mas adelante ellos nos ayudaran a recuperar nuestros respectivos territorios ahora pertenecientes de la Horda.

Me costó adaptarme en que Laurence, el humano con bastante experiencia en las formaciones de batallas humanas nos diera "ordenes" para ayudarnos a comprender su formación y entenderla, explicándonos el sistema y los motivos de tal colocación...


Al dia siguiente fue el viaje en barco... que vaya viaje estamos llevando... Entre el accidente a la hora de pescar de Lasselanta, que varios marineros se arrojaron al mar para rescatarlo, siendo una estupidez pues su forma acuatica era excelente. Pero una red lo estaba hundiendo, Lucylda también quiso ayudar, también se arrojó... la verdad es que ahora que lo recuerdo, todo pudo parecer algo... "cómico", digno para contar en un monólogo.
La humana podría enredarse con la red que habían dejado para que subiéramos por lo que vi necesario tirarme también en mi forma acuática para alzarla. Aynarah... de ella recuerdo que también se lanzó e intentó romper la cuerda con su daga... una daga que se hundió y ella lamentó... pues repetía varias veces el destino de su daga... era una lastima, no me gustaba ver a una compañera tan afectada por algo que había perdido, tal vez fuese algo con gran valor para ella.

Al final de todo recibimos los gritos del capitán del barco, y las burlas que nos hacía a los elfos en cuanto los bosques y que ellos no harían intencionadamente algo que nos perjudicara... ¿acaso nos tirábamos para hacerles perder el tiempo?, por Elune, nuestros compañeros podrían haberse hundido a causa de esa maldita red que en vez de ayudar, empeoró todo... Estuve apunto de dejar preciosa la embarcación gracias a mis garras, pero el temor de que me pudiesen ver los marineros y que perjudicara asía mis compañeros, me hizo detenerme.

Al menos... conseguimos el pez.

Y bueno... algo mas que destacar es que la humana tampoco parece tan detestable como creí de los humanos, no parecía ni engreída ni soberbia, era bastante.. amigable, y me enseñó como era el saludo humano, un saludo que seguramente practicara con Laurence en signo de paz y compañerismo... supongo.

Esperaba que ella también hiciera bien el saludo elfico, por eso mandé al compañero que acabé de conocer, Gilnar De Senedor, el cual parecía tener buenos conocimientos estratégicos en cuanto establecer ocupaciones de la plaga para nuestro propio beneficio y el de los humanos para los objetivos que teníamos en común, pero que aun no se sabía si esas ideas se llevarían a cabo, eran ellos los que tenían la última palabra...

En fin... soñaré seguramente con el gran pez que... no tuve oportunidad de probar.



PD: Si lo aprobáis, podría ponerlo en el foro general, quien sabe, podríamos dar a la vez publicidad de nuestro clan, para que vean que somos muy activos en cuanto rol ^^

((Muy buen resumen de lo ocurrido, si quieres colgarlo en el foro oficial me parece bien, eres totalmente libre hacerlo.
PD. no respondí antes porque había olvidado mi contraseña ))

Omg, llevaba el titulo de Campeón Argenta, ya podríais haberme avisado. ¬¬

Hoy se inicia un nuevo rumbo para mi, como una hoja mas de ese árbol que nos ha dado la vida a todos mis hermanos, pero en este caso centrado en Hoja de Ámbar. Veo que antes el viento me zarandeaba de un lado a otro, sin un lugar fijo donde asentarme, o donde realizar una tarea, pero ahora, ha sido el soplo de Lasselanta quien me dirige hacia un nuevo destino junto a él y demás druidas.

Marcharemos en unos días a Silithus un lugar alejado de la mano de Elune, donde la mala sensación que sufrimos todos los druidas se intensificará, de eso estoy segura. Los sueños indicaban al mar, pero también a ese lugar desolado. La voz de Lasselanta fue firme y pausada. Muchos de nuestros hermanos habían soñado con una isla que hará flote al sur de Silithus, una isla que desconocemos, pero no es tan solo un sueño, nosotros lo sentimos, en nuestra piel, en nuestra sangre y hasta en nuestros propios sueños que se convierten en pesadillas.

Por unos instantes en la reunión llevada a cabo por Gilnar, en Atalaya de Maestra me sentí una vez mas cohibida ante tantos problemas que se nos presentan, los asuntos que tuvimos hace semanas en Desolace, el ataque a nuestra aliada por parte de un hermano traidor bajo mis ojos, los cuales estarán encantados de verlo una vez mas entre rejas, y aunque hubiese deseado hacerlo por mi misma, otros compañeros se encargaran de llevar a cabo esa tarea. Ilbereth... presa de los Altonato allí en la Masacre... aun a la espera que la diplomacia funcione, algo que Gilnar no cree en absoluto que eso suceda, pero accede a las palabras de Lasselanta.
Y las malas sensaciones de todos los druidas en general nos llevó en esa reunión para hablar de todo aquello, informes que carecían de solución por el momento. Fue allí donde mi destino fue escogido aunque de un modo que no me agradó en absoluto.

Gilnar y Lasselanta tuvieron una pequeña enfrenta, aunque mas bien por insistencia del primero, su temperamento es mas fuerte, aunque no vencía la paciencia del druida. Discutían sobre donde ir a parar mi persona, o a mandos del druida o a cargo de Gilnar.
Tras largos minutos Lasselanta me informó lo que al principio de este relato he comentado, mi destino me aguarda al sur, en las arenas de Silithus.

No quise marcharme a Feralas sin antes haber tenido una pequeña conversación con Gilnar, quería presentarle mis respetos y mis disculpas por lo ocurrido aunque yo no tuviese culpa alguna. Decirle que me hubiera sentido igualmente honrada ir bajo su mando, pero que finalmente Lasselanta tomó la decisión de que fuese con él.

Me siento bien, me siento esperanzada y animada, de ver como yo, como elfa, como druida, como compañera pueda aportar a la Hoja de Ámbar, ayudar en esa misión tan importante. Sería realmente mi primera misión de verdad junto a la Hoja, donde me esforzaré al máximo, además me ayudará a distraer mi mente inquieta por lo que la naturaleza siente y yo mismamente.

Espero que... tras esa misión volvamos a vernos todos... Gilnar, Ilbereth, Náyade, Dhaelan, Daenerys, Terbi, Deray, Sylfos, Dalria... todos... incluso... incluso los humanos Laurence y Lucylda... hasta que volvamos con mejores noticias que contarnos.