Aynarah A'neth Arcopluma

Nombre: Ay'narah A'neth Arcopluma
Edad: adulta joven 332 años
Altura: 2.02 m
Peso: 68 kg
Ojos: Violáceos con un brillo plateado.
Lugar de nacimiento: Yhjal.
Lugar de residencia: Vallefresno.

Hija de un erudito kaldorei dedicado al estudio de la historia de su tierra y de una salvaje criadora de sableinvernales de Cuna del Invierno, recibió una educación completa, sobre todo por parte de su abuelo, druída del Círculo Cenarión, que trabajaba como traductor y era conocedor de más de un centenar de lenguas primitivas.

Cuando aún era muy pequeña, se trasladó con su familia paterna al Bastión Plumaluna, ya que, su padre tenía intenciones de realizar investigaciones en torno a la arquitectura de las ruínas de Dure Maul, apenas conserva recuerdos de su lugar de nacimiento, y es un hecho que llevará clavado en el alma toda su vida, no haber vuelto a Yhjal antes de su destrucción.

En el bastión, aprendió a admirar a Shandris Plumaluna, y su mayor deseo se convirtió en llegar a ser una centinela a la que ella respetara y valorara, así que, a la corta edad de 200 años, comenzó su entrenamiento en el cuerpo de las centinelas. Se le negó acudir a la batalla del monte Yjhal porque su familia aludía que no estaba preparada para algo así, en cambio, su idolatrado abuelo pereció en ella, y a partir de ahí, se prometió ganarse el respeto del Circulo cenarión para honrar su memoria.

Con el transcurso de los años, fue ganando méritos con el ejército de Centinelas, hasta que le otorgaron el liderazgo de una pequeña división llamada Hoja de Ámbar, su función, inicialmente, era la de descubrir el paradero del Justicar Amnehil, y unirse a sus tropas, pero con el paso del tiempo, el apoyo prestado por la división, hizo tomar al alto mando la decisión de conservar la Hoja de Ámbar como cuerpo independiente.

Para todos sus mayores, y desde un punto de vista kaldorei, Aynarah es excesivamente activa irreflexiva y entusiasta, la mayor parte de la gente lo achaca a su juventud, y energía. Eso no quita, para que sea una fiel admiradora y conservadora de las tradiciones de su cultura. Sin embargo, en ella siempre existe despierto un pequeño atisbo de curiosidad. Así que en su interior se libra constantemente la batalla entre lo nuevo y lo viejo, su ligazón a la tierra y las ganas de investigar nuevos métodos para ponerla a salvo. Estudia ingeniería a escondidas, siguiendo su lema de "conocer al enemigo para vencerlo", puesto que, espera así poder destruír la maquinaria del aserradero del hachazo y Ventura y cia.

Descripción física:

Aynarah es una joven alta incluso para ser una kaldorei con sus 2.02 m, de complexión delgada, tiene poco pecho caderas estrechos y miembros largos y finos.

De rasgos que siempre la han hecho considerarse feucha, su rostro está cubierto de pecas azules que la horrorizan, una boca grande surcada por labios finos y rosados, y una nariz respingona propensa a los resfriados. El cabello azul claro alborotado, se lo recoge en una coleta, llena de pequeñas trenzas enlazadas con hilo, cuentas de cristal y plumas, mientras el flequillo le cae desordenados sobre la frente semiocultando unos ojos alargados y suspicaces de color violeta. Al sonreir se hacen en sus mejillas dos oyuelos de dimensiones exageradas y sus ojos se entrecierran mostrando sólo un brillo plateado.

Intenta constantemente mantener una actitud serena, a pesar de su nerviosismo interior, pero cuando algo la exaspera es fácilmente reconocible, pues empieza a resoplar y tamborilear con los dedos intentando canalizar su energía.

Objetivos:

Aynarah desea ganarse el respeto del Círculo Cenarión para honrar la memoria de su abuelo caído en Yhjal. Sin embargo, más tarde, en una expedición a Talloumbrío, en busca de Bolgar, desaparecido mientras aguardaba destinado en el campamento de Canción del Bosque, fue absorvida unos segundos por el portal del sueño, y pudo reconocer a su abuelo atrapado en la pesadilla, desde entonces, uno de sus primeros objetivos será su rescate.

Como objetivos militares, pretende conseguir expulsar a la Horda de los territorios kaldoreis y que cese su asedio. Además de destruir otras amenazas como la de Ventura y CIA y los restos demoníacos y de corrupción que quedan en territorio élfico.

En lo personal, no busca complicarse la vida, acomplejada por su aspecto poco agraciado, rehuye de los hombres y sigue actuando como una niña. Intenta trabar amistad con todo druída venerable que conoce, ya que, le da paz al recordarle a su anciano abuelo, e intenta arrimarse a cualquier elfo que parezca sabio, además de que pretende transmitir su conocimiento a todos los extranjeros con quienes entabla relación.