Daënerys

Nombre: Daënerys
Edad: 185 años ( o lo que pretende ser 17-18 años humanos)
Altura: 1,95 cm.
Peso: 68 kg. aprox.
Ojos: Azul cielo
Lugar de nacimiento: Cerca de Ventormenta
Lugar de Residencia: Ahí donde decide parar.

Para conocer su historia hace falta empezar por la de su madre;
Nevarial , una cazadora Kaldorei envidiable. Su puntería siempre fue de las mejores entre su pueblo. Pero toda mujer deja las armas por una razón, la familia. Su amado había muerto en batalla, pero había dejado una parte de él en el mundo terrenal. Nevarial estaba embarazada y no iba a permitir que nadie dañara al bebe no nato.

Spoiler:

Dejar su arco fue doloroso pero necesario, lo dejo en Darnassus, la ciudad que siempre defendió con sus mortales flechas y se fue a Ventormenta, a la ciudad de los humanos. La alianza la protegería, a ella y a su pequeña aún por nacer de todos los posibles males, tenía una fe ciega en ello. Darksa la acompaño, su piel compañera, un sable de hielo nacido en Cuna del Invierno. Se encontraron de pequeñas y nunca se separaron. Darksa había dado a luz a dos pequeños sables, un macho y una hembra, hacía varias semanas. Nevarial decidió llevarse a ambos, serian los mejores amigos del hijo que iba a tener.

No deseo quedarse en la ciudad, demasiado ajetreo, demasiados ruidos y poca naturaleza. No entendía a los humanos, pero al menos los podía aceptar, enanos y gnomos eran como una amenaza. Eran estilos de vida demasiado distintos y era incapaz de comprenderlos, por lo que prefirió alejarse de ello y fue hacia Villadorada. No se instalo en el mismo pueblo, busco un sitio entre el bosque para ahí tener una pequeña cabaña. Los defensores de la alianza conocían su posición, los guardianes de Ventormenta velarían por su seguridad.

Fue una noche de tormenta cuando ella nació. Una niña con los cabellos de plata de los que antaño presumía su padre, y ojos claros como su madre. Se veía fuerte y sin miedo a lo desconocido. Miraba a todos lados, sentía todos aquellos ruidos... ella no lo sabría hasta años más tarde cuando fuera consciente de lo que había a su alrededor. Los orcos atacaban. Nevarial había ido hacia la ciudad, pero era imposible entrar en Ventormenta, dio a luz a esa niña en medio del camino, protegida por los aldeanos de Villadorada. El parto fue duro y en cuanto los orcos dieron con ellos se lanzaron encima de los humanos y la mujer elfa. Darksa fue a ayudar a la mujer, pero ya era tarde. Un joven fue el único que salió con vida llevando consigo a la niña aun sin nombre nacida de aquella gran cazadora que había dado su vida a cambio de la de su hija. De las crías de Darksa solo sobrevivió la hembra, que siendo una cría tenía el pelo más oscuro y pudo esconderse mejor.

Spoiler:

Los humanos le dieron el nombre, Daënerys. Le enseñaron a usar el arco, pues tenía un talento natural como el de su madre. Apenas habían pasado unos años que pidió explicaciones, sabía que era distinta a los demás. Le explicaron lo sucedido pero no le dieron un solo nombre, tan solo el de la ciudad a la que pertenecía.

No conocía nada de los suyos, no había vivido nunca con los elfos de la noche, no conocía sus costumbres, había vivido como humana y se sentía engañada porque no le habían dicho nada antes y por no permitirle conocerlo. El chico humano que hacía tiempo le había salvado la vida ya era anciano. Ella aún era muy joven, pero no iba a esperar mucho más. Fue con Llüvia, el sable de hielo que se salvo, hija de Darksa, y se escaparon del pueblo humano para ir a Darnassus.

Spoiler:

A conocido a muchos de su raza, ha tenido experiencias por el mundo, ha luchado ya en batallas y a pesar de ser aun joven sus ojos guardan un conocimiento que pocos poseen.


pd: Descripción fisica a imaginar por la imagen ( aunque no sea exactamente su apariencia actual al haber pasado cierto tiempo). Descripcion psicologica... siempre es más interesante verlo de primera mano.